¿Cómo se cultiva la frambuesa por hidroponía?
La frambuesa proviene de un arbusto perenne conocido como frambueso, el cual pertenece a la familia de las Rosáceas al igual que las zarzas, los grosellos y las rosas; este fruto se caracteriza por ser pequeño, carnoso y por presentar una coloración roja intensa y un sabor dulce agradable al gusto. Cabe mencionar que es originario del Norte de Asia y de Europa Oriental, lugares de donde se expandió a diferentes partes del mundo.
Esta frutilla es conocida principalmente por su gran capacidad para adaptarse a diferentes sitios, además es muy resistente y se puede reproducir sin ningún problema; inclusive puede sobrevivir en condiciones donde las temperaturas son muy bajas, así como al ataque de plagas y enfermedades. Gracias a estas características se puede cultivar fácilmente en el hogar, ya que no requiere de cuidados especiales ni de una gran inversión.
Una opción ideal para producir frambuesa de manera casera es la hidroponía, ya que permite cubrir todos los requerimientos de las plantas y aportar la cantidad de nutrientes necesarios para su desarrollo. Para cultivar frambuesa en casa sólo se necesitan los siguientes materiales: semillas de frambuesa (la variedad va a depender del lugar y de las necesidades del productor); una mezcla de sustrato franco arenosos de 40 por ciento perlita y 60 por ciento fibra de coco; contenedores de 30 centímetros de profundidad con drenaje; solución nutritiva para flores, una charola para germinación y una regadera con agua.
El primer paso para iniciar con su cultivo es hacer una siembra indirecta, para esto hay que humedecer el sustrato y colocarlo en la carola, una vez que esté listo se recomienda poner de una a dos semillas por cavidad. A continuación hay que llevar la charola a un sito que tenga una temperatura aproximada de 200C por un periodo tres meses, durante este lapso es importante mantener al sustrato humedecido. Ya que haya transcurrido ese tiempo hay que mudar la charola a otro sitio que le aporte una temperatura menos cálida por 90 días más, esto ayudará a preparar a las plantas antes de colocarlas en su lugar definitivo.
Luego de realizar la germinación de las semillas es momento de llevar a cabo el trasplante, para esto primero hay que humedecer el sustrato y repartirlo entre el número de contenedores disponibles, ya que esté listo hay que colocar con cuidado las plantas, se recomienda poner una por maceta para favorecer su crecimiento y para evitar que compitan por lo nutrientes.
Cuando los contenedores estén listos hay que llevarlos a un sitio en el hogar que reciba por lo menos de 10 a 12 horas de luz solar al día, que tenga una toma de agua cercana y que cuente con protección que ayude a evitar que los cambios bruscos de temperatura u otros agentes externos intervengan con el crecimiento de las plantas. Para su cuidado se recomienda hacer los riegos una vez al día incluyendo la solución nutritiva, además es importante podar las ramas para que no se expanda demasiado. Por último cabe señalar que después del primer año comenzará a dar frutos.
Buenos cultivos ;)
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