Control nutricional a través de la automatización
La automatización se caracteriza por la verificación sistemática de los mecanismos responsables del funcionamiento del sistema. Esta verificación o monitorización tiene como objetivo efectuar mediciones y, posteriormente, corregir imperfecciones del sistema. Siendo que la aplicación de técnicas basadas en la automatización tiene por finalidad la disminución del uso de mano de obra y de los errores intrínsecos de la logística de este control. De esta forma, el uso de la automatización tiene como objetivo priorizar la reducción de los costos operacionales, con consecuente aumento de la productividad. En este escenario, una variable cada vez más omnipresente en la hidroponía, tenemos en esta escena una importante herramienta para la reducción de pérdidas en la producción, en la productividad, además de la garantía de la calidad visual y organoléptica, asociándose a estos factores citados con la indisponibilidad de mano de obra, una variable cada vez más omnipresente en la hidroponía, de las hortalizas hidropónicas.
El control automatizado de los parámetros nutricionales se convierte en un procedimiento cada vez más importante para la hidroponía, ya que se trata del sector internamente ligado a la producción hidropónica que más necesita de mano de obra calificada. Al analizar el histórico de la hidroponia, constatamos que por muchos años, el entendimiento de la ciencia que trata de la nutrición mineral de plantas fue el principal factor limitante para el crecimiento del sector, por otro lado, con el surgimiento de tecnologías específicas para la formulación de soluciones , como los fertilizantes quelatados y las formulaciones listas, se puede observar una mejora en el control nutricional del sistema. Por otro lado, la monitorización de la temperatura y oxigenación, así como la monitorización y el control del pH, de la conductividad eléctrica (EC), por regla general, no poseen garantía de eficacia, por ser estos extremadamente dependientes de la calificación de la persona responsable por los ajustes diarios de estas variables.
Al introducir la automatización en el control del pH y de la EC, garantizamos que las amplitudes sean menores, con mejores ajustes en la disponibilidad de nutrientes para las plantas, creándose también una condición de mejor funcionamiento bioquímico y fisiológico en el ambiente radicular. Cuando hablamos en amplitud, básicamente referimos que el control del pH y de la EC es más eficiente cuando tenemos variaciones mínimas en los valores preestablecidos. Por ejemplo, con la automatización, podemos controlar el pH en el rango de 6,0, con variaciones de ± 0,2, o sea, un rango de 5,8 a 6,2. Algo que es muy difícil de conseguir sin un sistema automatizado. El mismo ejemplo puede ser referenciado al EC, con un aditivo: sabemos que soluciones más diluidas (potencial osmótico mayor) son fundamentales en las regiones más calientes, principalmente por la necesidad de reducir la incidencia del Tip Burn, con lo que el manejo diferenciado del EC en el transcurso del día será favorecido con la automatización, donde podemos crear situaciones a las cuales tendremos EC próximas a 1,2 mS cm-1 en los horarios más cálidos y, EC de 1,6 mS cm-1 en los horarios con temperaturas más amenas.
Por último, no podemos suponer que la automatización es inviable por su valor de implementación. Actualmente tenemos que evaluar el uso de esta herramienta como una inversión y, sobre todo, cuantificar la adquisición del equipo en función de su costo beneficio y no simplemente por su costo.
Buenos cultivos ;)
¿Te gustó este artículo? Separamos algunos artículos que le pueden interesar:
Crea tu propio Sistema de Raíz Flotante Casero
Cuidados a tener con la solución nutritiva en Hidroponia
Cómo dimensionar su depósito en Hidroponia